Vida quotidiana d'Ausiàs March
La juventud de
Ausiàs March
La muerte de Pere March
sobrevino en 1413. Ausiàs tenía entonces diecisiete años y hasta entonces es
de suponer que se habría formado como caballero en el Palacio Ducal de Gandía.
Allí asistiría a las fiestas y las justas literarias de la corte del Duque
pero también se formaría allí como caballero y guerrero. Según el testamento
de su padre, nuevamente el Señorío de Eramprunyá se destinaba al primogénito,
Jaume, y para él, el Senyorío de Beniarjó. Al asumir su señorío, pasó a
formar parte de la nobleza valenciana, y como tal participó en 1415 en las
Cortes de Valencía convocadas por el rey Fernando, en calidad de donzell,
es decir, joven noble que aún no ha sido armado caballero.
En 1418 fue armado caballero, con el ceremonial tradicional de
vela de armas, espaldarazo, calzado de espuelas y entrega de armas. Se convirtió
en caballero, en mossèn. Como tal
asistió a la expedición valenciana contra Córcega, que se prolongó atacando
Cerdeña, y estuvo en los sitios de Calvi y Bonifacio, dirigidos por el propio
Rey Alfonso V de Aragón y III de Valencia, "El Magnánimo", en 1420.
Si Calvi se pudo tomar, no así Bonifacio, con lo cual se abandonó a Córcega.
En 1424 participó en une
expedición al Norte de África, destinada a conquistar las islas Djerba y
Guergues (o Quèrquens, o Kerkenah), en el golfo de Gobés, desde las cuales los
piratas asolaban las costas italianas. Rechazados en la primera, en Kerkenah se
libró une dura batalla, en la cual las fuerzas aragonesas derrotaron a los
musulmanes.
Estas actitudes heroicas, pero
también su gusto y aptitudes literarias, hicieron que el Rey se fijara en él.
Como el Duque de Gandia, Alfonso, había muerto sin descendencia, sus señoríos
habían revertido en la corona, y era Duque de Gandía el propio Rey.
Aprovechando esta circunstancia, Alfonso V renovó a Ausiàs March los
privilegios que su padre y abuelo tenían sobre sus dominios en Gandia, concediéndole
la "alta justicia", es decir, la posibilidad de juzgar y condenar
incluso a muerte a sus vasallos; y en 1426 fue nombrado falconer
major de casa del Senyor Rey en el Reino de Valencia, para que dirigiera las
instalaciones de cacería que el monarca poseía en la Albufera de Valencia. Era
un cargo de mucha confianza, y Ausiàs llevaba incluso une librea o uniforme de
su cargo, de raso aterciopelado y brocado dorado, forrado de piel de marta.
Cuidando los halcones y caballos del soberano, domesticándolos y adiestrándolos
estuvo dos o tres años. Pero un escándalo amoroso, y la muerte de su madre en
1429 en Gandia, le llevaron a dejar el cargo ‑o a ser apartado de él por
orden del Rey‑. A partir de este momento, Ausiàs March abandonó las
glorias militares y políticas, dedicándose a sus posesiones. Sin embargo, el
Rey Alfonso V no le olvidó, y años más tarde le pidió que le enviase algunos
halcones de los suyos, reconociendo de
facto los buenos servicios que en el pasado le había hecho en sus
posesiones de la Albufera.
Ausiàs
March, Señor de Beniarjó, Pardines y Vernisa
Es a partir de esta época, en
torno a 1430, cuando se supone que inició su actividad literaria. Ello no le
impidió actuar en la política de su tiempo, pero ya sin el relieve que había
tenido al formar parte de los cargos de confianza del monarca. Participó como
miembro del estamento nobiliario en las Cortes de 1435, celebradas en Monzón;
las de 1436‑37, celebradas en Morella, y las de 1448.
Juan,
Rey de Navarra, hermano de Alfonso V, fue investido Duque de Gandía en 1433.
Era el nuevo Señor de Ausiàs March, y pretendió recortar los privilegios de
sus vasallos, tanto los de la ciudad de Gandia, como los que tenían los
caballeros, como Ausiàs March, que tenían feudos en el interior del Ducado.
Fue necesario un acuerdo entre Ausiàs y los de Gandía, para deslindar las
jurisdicciones. Sin embargo, era patente que la burguesía de Gandía y el Duque,
de común acuerdo, deseaban reducir los poderes de los señores feudales, de los
cuales el principal era el Señor de Beniarjó. En 1439, Juan cedió el Ducado a
su hijo, Carlos, Príncipe de Viana.
Ausiàs
March, Señor de Beniarjó, no tuvo con sus vasallos más conflictos que otros
nobles. Poseía la capacidad de juzgarlos y castigarlos, el llamado "señorío
jurisdiccional", como ya sabemos. La comunidad de vasallos musulmanes era
denominada la aljama, y los musulmanes se regían por sus propias leyes,
llamadas Çuna i Xaca, es decir, la Sunna musulmana.
Cuando un señor feudal como
Ausiàs tomaba posesión de un señorío habitado por vasallos musulmanes, éstos
le juraban fidelidad besándole la mano y el hombro, y después juraban mirando
hacia La Meca. Seguidamente, el nuevo señor les prometía mantener sus usos y
costumbres, y juzgarlos según sus leyes, jurándolo sobre los Evangelios y el
Misal. A continuación, y como muestra de su poder, abría y cerraba las puertas
de la casa señorial, entraba en la misma, paseaba por dentro, y volvía a salir;
después salía al campo, donde cogía puñados de tierra y los lanzaba al aire,
y cortaba algunas ramas de los árboles.
Ausiàs March fue siempre un
noble, consciente de su propia dignidad, celoso de sus derechos y prerrogativas,
dispuesto a batallar por ellas frente al Rey, a su Señor, y a los burgueses de
Gandía.
Por esta época, aún soltero,
Ausiàs March estuvo envuelto en algunos escándalos por sus aventuras amorosas.
Se casó con Isabel Martorell, hermana del novelista Joanot, en 1437, y de la
cual enviudó en 1439, no sin haber reñido con sus cuñados por la dote de su
esposa, concretamente por los límites del Señorío de Xaló. Tuvo un hijo,
Francesc, que murió antes que su padre. Volvió a casarse, con Na Joana Escorna,
en 1443, y se trasladó a vivir a Valencia, hacia 1450. Su esposa murió en
1454. Por estos años el poeta estuvo en la corte de Carlos, Príncipe de Viana,
hijo del futuro Rey de Aragón y Navarra, Juan II. Esta corte se encontraba en
Corella, y allí Carlos reunió a un grupo de literatos importante.
No por sus aficiones guerreras
o literarias descuidó su Señorío de Beniarjó. En él se cultivaba trigo, vid
y arroz, pero además Ausiàs introdujo la novedosa caña de azúcar. Construyó
un trapig o molino para la caña de azúcar, y una acequia para
aprovechar el agua de su territorio: para ello llegó a un acuerdo con Isabel de
Proxida, Señora de Palma y Ador, y las respectivas poblaciones de Palma y
Beniarjó, que le permitió excavar el canal cruzando el territorio de Palma,
repartiendo el agua. Aún se conserva el nombre de l’assut d’en March.
También construyó un puente, y según la tradición, una ermita a San Marcos,
hoy derruida. También mejoró su casa señorial en el lugar, no obstante
residir gran parte de su tiempo en Valencia. La fiesta tradicional en Beniarjó
es la de San Marcos (25 de Abril) en cuyo honor se «baila la bandera», tradición
que, se dice, trajo Ausiàs March de su estancia en Italia.
Como era normal en la nobleza
de su época, Ausiàs March tuvo conflictos con otros nobles. En esta época, la
aristocracia se agrupaba, por familias, en bandos enfrentados entre si, cuyas
reyertas eran, en ocasiones, sangrientas. Así, hacia 1457, Joan, el hijo
bastardo de Ausiàs, iba paseando por las tierras de su padre acompañado de
cuatro moros, cuando fue atacado por el también bastardo Francesc de Vilanova,
el cual era seguido por unos veinticuatro hombres. Era una grave ofensa a Ausiàs,
señor del territorio, pero como él era caballero, y Vilanova un bastardo, no
podía desafiarlo. Por su parte, Joan deseaba ardientemente una satisfacción,
por lo que Ausiàs, siguiendo las costumbres de la época, escribió una lletra fent
so de batalla, es decir, una cata de desafío, que se hacia pública pegando
copias por la ciudad. Vilanova no aceptó el reto, con lo cual Ausiàs le
denunció al Rey. Vilanova fue apresado, pero al punto la esposa de éste
denunció al propio Ausiàs al Gobernador, con lo cual el poeta también fue a
prisión, aunque estuvo poco más de dos semanas en la cárcel.
La
vida íntima de Ausiàs March
Ausiàs March no tuvo hijos legítimos,
pero sí descendencia natural. Sabemos esto por su testamento, conservado en el
Archivo del Reino de Valencia: Joan, Pere, Felip y Joana. Joan era el mayor.
Joana se casó con Ausiàs Torrella, de Gandia, y residió en esta ciudad. Pere
y Felip eran más jóvenes; el último nació de Marta, esclava y amante de Ausiàs.
Tras enviudar, Ausiàs ya no volvió a casarse, pero sí mantuvo concubinato con
tres esclavas, sucesivamente: Marta ‑a quien liberó‑, Francine, y
Iolant.
Ausiàs, si no era un gran señor,
no era ciertamente pobre. Su casa de la calle Avellanes ‑hoy de Cabillers‑
se componía de dos cuerpos de edificio, separados por un patio. En el primer
cuerpo estaba la vivienda y las caballerizas. Al entrar había una gran sala,
donde el poeta trabajaba y recibía a sus amigos. Estaba adornada con cinco
cofres arrimados a las paredes, donde se guardaba la ropa de su hijo Joan y de
su escudero, Cátala. Había una alfombra, un artibanch,
y dos bancos de madera al lado de un aparador adornado con las armas de
los March. En el comedor había una mesa de catorce palmos de longitud, un banco
igual de largo, una mesa redonda, tres sillas plegables, y un cuenco con pies de
cobre. En la cocina, habían dos calderos de alambre, tres lebrillos, media
docena de platos, doce escudillas y dos utensilios de hierro. Junto a las cocina
estaba la artesa, con una orza de harina, un cofre rojo, y el amasadero. Más
allá había una habitación.
Al otro lado del comedor se
encontraba otra sala son la ropa de cama, un cajón lleno de documentos, algunas
armas, unos muebles menores, alfombras, una cama grande y otra pequeña. Se subía
por una escalera al piso superior, donde Ausiàs vivía normalmente. La cama tenía
dos colchones, una manta de lana y tres cojines. En la habitación se
encontraban además tres mesas, cuatro escabeles, dos sillas adornadas, cinco recolzadors
de braç, dos pozales de cobre, cuatro jarras, una botella, tres tazas de
vidrio, tres vasos, uno de ellos de cristal, un candelabro de cobre y un abanico
de plumas.
Los
vestidos citados en su testamento son: un sombrero de damasco negro forrado de
piel blanca, una gonella de paño oscuro forrada de piel blanca, un manto de paño,
un gabán de fustán blanco, un par de borceguíes blancos y un manto de
Barbaria de dieciséis palmos de largo.
Cerca de la cama tenía un
manuscrito de sus poesías. En un baúl con dos compartimentos estaban los
documentos de un proceso y siete libros: dos de
Ramon Llull, un libro de poemas de Miguel de la Tor, "Esposicions dels Salms ", "Art de ben Morir", de Francesc Eiximenis; "Secundum
quod dicit Filosopus in secundo de Anima ", obra indeterminada de
filosofía escolástica.
En el segundo cuerpo del
edificio se encontraban algunos escudos y un caballo de madera donde reposaban
dos sillas de montar. Al fondo había otra habitación con ropa de cama. Entre
ambos edificios había un patio con un pozo, de donde se sacaba agua con un
pozal de cobre. En las caballerizas había un caballo y algunas armas más:
cuatro tornos de tensar ballestas y tres lanzas. En el desván de las cuadras se
encontraron dos espadas y dos escudos para hacer esgrima, arreglo de cama, y en
un cofre y al lado las corazas con que dos escuderos de la casa se habían
revestido para ser armados caballeros.
En
la casa vivían junto con Ausiàs su hijo mayor, Joan, tres escuderos
‑Català, Martí y Joan Moreno‑, y numerosos sirvientes entre ellos
dos esclavos: Martí Negre –quizá de color- y la concubina de Ausiàs, Iolant.
Murió el 3
de marzo de 1459, y fue enterrado en la Catedral de Valencia, según su deseo.
Su testamento dejaba como sucesor el donzell Jofré de Blanes, sobrino de su segunda mujer, Joana. Sin
embargo, Jaume March, Señor de Eramprunyà, primo de Ausiàs, impugnó el
testamento y reclamó el Señorío de Beniarjó. Jofré de Blanes tuvo que
renunciar a él, porque el padre de Jaume y de Ausiàs había dejado establecido
que el Señorío de Beniarjó debía ser de la familia March.
(Antonio Atienza, Material per a tercer de Bup)